3.2.1 Uso de las transposiciones

Las transposiciones no son difíciles si se tienen en cuenta dos cuestiones fundamentales: 

  1. El tono que está sonando realmente, a menudo llamado tono de concierto.
  2. La nota escrita que el músico está viendo y, por tanto, digitando 

Lo más importante es determinar cuál tono es el tono escrito y cuál es el tono que suena. Utilice el clarinete en Si bemol como ejemplo. El clarinete que digita un Do sonará su nombre, que es Si bemol. El intervalo de transposición es una segunda mayor abajo. Una vez que se conoce esto, la transposición se puede calcular del sonido a la notación o viceversa. El intervalo de transposición indica que cualquier nota tocada por el clarinete Si bemol suena un tono entero más bajo. Esto también se aplica a la armadura, por lo que una pieza en la que el clarinete toca en Do mayor sonará en Si bemol mayor. El director debe estar atento a la armadura de los instrumentos que se transponen y también debe tener especial cuidado cuando se trata de alteraciones, ya que el tono escrito o el que suena puede tener una alteración diferente o no tenerla. Los ejemplos 3.4 y 3.5 muestran un breve extracto de la Quinta Sinfonía de Beethoven en el que el clarinete y el violín se responden mutuamente en el mismo tono. 

Ejemplo 3.5 Beethoven: Quinta Sinfonía, compases 63-66, parte de violín
Ejemplo 3.6 Beethoven: Quinta Sinfonía, compases 67-70, parte de clarinete 

Obsérvese que la parte del clarinete sube la tonalidad y las notas un ton entero, de Do menor a Re menor para sonar el mismo tono que el violín. El mismo proceso sería necesario para que el clarinete tocara al unísono con un piano.  

Algunas transposiciones se utilizan con más frecuencia que otras. En las bandas, las transposiciones principales son Si bemol, Mi bemol y Fa, mientras que en las partituras orquestales, Si bemol, Fa y La son las más comunes. No obstante, conviene recordar que cuando se trata de partes de trompa y trompeta, de música escrita antes del siglo XX, estas pueden estar en casi cualquier tonalidad. Cuando se trata de transposiciones, no solo es importante la tonalidad del instrumento concreto, sino también la octava o la dirección de la transposición: si se transpone hacia arriba o hacia abajo. 

Por regla general, todos los instrumentos de registro alto, tenor, barítono y bajo transponen hacia abajo, mientras que los instrumentos de soprano probablemente transpongan hacia arriba si están en Mi bemol o Re, pero hacia abajo si están en Si bemol o La. Como es habitual, las trompas tienen sus propias reglas y pueden ser cualquiera de ellas.

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