4.3.2 Relaciones

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Solo se puede ser líder si se tiene seguidores. Como ya se ha dicho, el director es la única persona que participa en la interpretación y que no emite ningún sonido, algún gruñido ocasional, respiración agitada o canto. Esto crea una relación dinámica de relación interesante porque mientras el conjunto puede arreglárselas muy bien sin usted, la situación inversa es manifiestamente distinta.

Los músicos con menos experiencia necesitan que el director les enseñe la música y les haga tocar juntos, por lo que hay un cierto grado de autoridad en virtud de la necesidad. A medida que el conjunto mejora, la dependencia en el director en términos prácticos básicos va disminuyendo. Las orquestas profesionales pueden tocar casi cualquier pieza del repertorio sin el director. Puede resultar un poco incompleto en algunas partes y probablemente no será la interpretación más unánime y coherente, pero funcionará. En este contexto, la confianza y el respeto son voluntarios y el conjunto puede optar por retenerlos. Si el director no ha sido capaz de desarrollar buenas relaciones, es fácil que acabe por no tener el control de la interpretación. El concertino o líder puede asumir ese papel. 

También es muy importante entender la compleja jerarquía de relaciones que puede existir en conjuntos de cualquier tipo o nivel. El concertino, líder y los jefes de sección son responsables de ciertos aspectos del funcionamiento del conjunto y potenciar a estas personas puede ser enormemente beneficioso. Como directores, no podemos solucionarlo todo, así que dar responsabilidad a otros solo puede ser positivo. En contexto profesional, aunque sea el director principal, probablemente solo esté con el grupo entre un tercio y la mitad de sus conciertos. En ese contexto el concertino y los jefes de sección pueden tener más influencia que usted.

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