En las secciones 3.1 y 3.2 ha aprendido un poco sobre la evolución de las partituras y algunas competencias que el director necesita para tratar las notas que puede ver en ellas. La partitura es la herramienta más importante para un director moderno a la hora de dar forma a las ideas y a la interpretación que desea comunicar a la orquesta. Por lo tanto, es vital que el director tenga un profundo conocimiento de la música tal como se transmite a través de la notación de la partitura.
El método de trabajo para lograr una comprensión completa de la partitura debe incluir pasos sistemáticos. Un enfoque arbitrario podría no dar lugar a un aprendizaje preciso de la partitura y haría perder tiempo valioso al director de orquesta. Un enfoque planificado, aunque aparentemente más complicado, será mucho más rápido a largo plazo.
En general, el proceso de estudio de una partitura se asemeja a la forma de un reloj de arena (véase la figura 3.4). Se parte de conceptos generales más amplios y se trabaja hacia detalles más pequeños, hasta que los detalles se integran de nuevo en una interpretación más amplia. como regla general, recomendamos dividir el proceso de estudio de la partitura en pasos.
- Conocimiento
- Investigación
- Visión
Sugerimos tres pasos, pero hay otras posibilidades, por ejemplo, Battisti y Garofalo (1990).
El primer paso para analizar y estudiar una nueva partitura es familiarizarse con el aspecto general de la misma. Este paso puede dividirse a su vez en dos o tres partes:
Parte 1: Las primeras páginas
Parte 2: Examinar, lectura general
Parte 3: Conocimiento del texto (para obras con texto, música vocal o coral)